Tengo una silla de ruedas. Mi silla de ruedas está adaptada para controlar mi sistema domótico. Utilizo la silla de ruedas para pulsar botones, accionar interruptores y girar mandos para controlar electrodomésticos, luces y otros dispositivos de mi casa. El sistema domótico contiene una interfaz de software que me permite crear un conjunto personalizado de comandos para controlar varios dispositivos de mi casa. Necesito una interfaz de software porque el simple acto de pulsar un botón en un aparato suele requerir varios pasos cuando se hace manualmente. Por ejemplo, para encender la cafetera de mi cocina, tengo que pulsar cuatro botones y deslizar un botón uno tras otro antes de que ocurra nada.
Tengo una silla de ruedas.
No es del tipo que se ve en un hospital o una clínica; es diferente. La uso para desplazarme y está adaptada a mis necesidades como persona con parálisis cerebral.
Hay varias modificaciones que hacen que esta silla de ruedas destaque sobre las demás:
- El respaldo se puede cambiar de posición en función de lo que necesite en cada momento (elevación de la parte superior del cuerpo, apoyo lateral).
- Los reposapiés se pueden ajustar para que estén a la altura adecuada cuando me siento o me levanto después de sentarme (tengo movilidad limitada). También tienen almohadillas de goma para evitar resbalones al caminar por el interior, ¡así se evitan accidentes!
Tengo una silla de ruedas y la uso para controlar mi sistema domótico.
Puedo controlar mi sistema domótico con la silla de ruedas porque está adaptada para ello.
Utilizo mi silla de ruedas para pulsar botones, accionar interruptores y girar mandos para controlar electrodomésticos, luces y otros dispositivos de mi casa.
Utilizo una combinación de botones en mi silla de ruedas e interruptores en los electrodomésticos y luces que quiero controlar.
El sistema domótico contiene una interfaz de software que me permite crear un conjunto de comandos personalizados para controlar varios dispositivos de mi casa. Estos comandos se programan mediante sencillas acciones de arrastrar y soltar, lo que significa que no es necesario tener conocimientos técnicos ni saber programar para utilizarlos.
Por ejemplo, he creado un comando llamado «Ir a la cama» que apaga todas las luces de mi apartamento y pone mi despertador a las 7 de la mañana (la hora a la que suelo despertarme). Al día siguiente, cuando salgo de la cama a las 6:30 de la mañana y enciendo el interruptor de la luz, en lugar de oírle lloriquear incesantemente hasta que ambos volvemos a dormirnos (lo que ocurre a menudo), simplemente se sienta a esperar pacientemente a que termine de arreglarme para que podamos salir juntos.
Necesito una interfaz de software porque el simple acto de pulsar un botón en un electrodoméstico suele requerir varios pasos cuando se realiza manualmente.
Si tuviera que pulsar manualmente un botón de un electrodoméstico, tendría que seguir varios pasos. Por ejemplo, si quisiera encender y apagar las luces, tendría que seguir estos pasos:
- Pulsar el botón de encendido de mi teléfono (o tableta).
- Abrir la aplicación que controla mi sistema domótico
- Navegar por los menús hasta encontrar el interruptor de la luz del «Dormitorio» (o de la habitación que sea).
Para encender la cafetera de mi cocina, tengo que pulsar cuatro botones y deslizar un control deslizante uno tras otro antes de que ocurra nada.
Llevo años haciendo esto, así que no me resulta difícil. Pero imagínese que otra persona no hubiera visto o utilizado nunca este aparato. Probablemente estaría bastante confuso sobre lo que ocurre con todos esos botones y controles deslizantes. Este tipo de interacción no es muy intuitiva; tampoco es muy accesible porque muchas personas con discapacidad no pueden utilizar este tipo de dispositivos sin la ayuda de otra persona que sepa cómo funcionan (y no siempre hay suficientes personas cerca cuando las necesitas).
Adaptar tu silla de ruedas u otro dispositivo de ayuda es importante por su funcionalidad y accesibilidad.
Puede hacerse de muchas maneras, por uno mismo o con la ayuda de otros, utilizando diversas herramientas.
Si adaptas tu silla de ruedas u otro dispositivo de asistencia, puedes mejorar su funcionalidad y accesibilidad. El proceso de adaptación puede suponer un reto y llevar mucho tiempo, pero al final merece la pena porque hace la vida más fácil a todos los implicados.
nuestra opción para el sistema domótico: